17 de noviembre de 2011

3.

Salió el sol y los rayos de luz entraron en mi habitación por las rendijas de la persiana bajada, hasta llegar a mis ojos. Deperté. Me encontré tirado encima del teclado durmiendo, con la pantalla apagada y el ratón tirado por los suelos. Me incorporé sin saber muy que había pasado. Me levanté, abrí la persiana y la luz del sol de todas las mañanas me deslumbró la cara. Cogí el ratón y lo coloqué en la mesa, tenía la sensación de haber estado miles de horas durmiendo. Me miré y seguía con las mismas ropas que ayer, por lo que se ve me habría quedado hasta tarde haciendo el trabajo. Entonces se me vino a la cabeza una idea... ¡las clases! Corrí y encendí el ordenador corriendo. Tardó más de lo normal en encenderse, pero después de muchos toque con el ratón se encendió. Por suerte todavía me quedaba una hora para las clases. "Menos mal, si no ahora mismo sería hombre muerto" pensé. Vi que había terminado el trabajo, y lo guardé en mi pen-drive antes de que pasase algo peor. Seguía desperezándome y bostezando como un loco. Así que me fuí derechito a la ducha, olía muy mal. Me desnudé y me metí debajo de la ducha fría. "Ui que gusto", me encantaba el agua fría, ya que en épocas de calor como aquí en Sevilla es bueno darse una ducha fría para que las neuronas se despierten, Manuela siempre me pregunta si me doy duchas frías. Siempre le contesto que si. Y siempre me dice que no lo parece. Una mujer graciosa. Me quedo ahí reflexionando bajo la ducha, pienso en Manuela, en mi hermana y Olivia, en el porrazo de ayer, en el color verde esperanza, en ella. "Guapa ¿eh?" no para de decir mi cabeza. De repente recordé el ajustado tiempo que tenía, terminé y me sequé con la primera toalla que pillé.
"Vaya, debería de hacer la colada de esta semana ya" me dije a mi mismo, después de ver toda la pila de ropa sucia en el bidé. Si vivir sola para una mujer es "semi-difícil" (ya que para la mujeres todo es fácil), imaginaos a un hombre viviendo sólo, y menos mal que no vivo con un compañero, porque si no esto sería un caos. Me vestí delante del espejo y me retoqué los pelos, ya que mi maraña de pelo negro hacía arriba con algunos rizos no era muy "peinable" que digamos. Me fuí al escritorio, cogí el pen-drive y apagué el ordenador; bajé corriendo las escaleras y fuí a un por donut a la cocina, cogí las llaves y con el donut en la boca sin soltarlo cerré de un golpe la puerta. Por si no fuese normal, Manuela sacó la cabeza por la puerta entre abierta.
 -¿Te has duchado con agua fría?
 -Sí Manuela.
 -¡Pues no se nota!
Reí y seguí saboreando mi delicioso donut.
 -Que tenga un buen día Manuela.
 -Lo mismo digo.-dijo como una resignación.
Me puse los cascos de música mientras esperaba el ascensor. Menos mal que era junio y faltaba poco para terminar el curso, si aprobaba, puede que me asignaran un destino para el año que viene, me encantaría. Tanzania, Kenya, Marruecos, Egipto, Congo, Etiopía... todos mis sueños. Aunque fuese imposible, una persona no es capaz de vivir sin objetivos imposibles en la vida, aunque muchas otras no tan imposibles. Salgo del ascensor escuchando "american idiot" de Green Day. Me paro en la parada del autobús, y como siempre saludo a la misma gente de siempre. Algunos me saludan con más alegría que otros, gente de todo tipo, de todas las estado, aunque más mayores que jóvenes. Puedo ver a una chica gótica, con esos looks tan oscuros, a un chico deportista con una camiseta de la selección española de fútbol con un macuto de deporte, una señora mayor con varices por todos lados, al igual que las arrugas, pintada hasta las trancas junto con su marido, un hombre sencillo y alegre, todo lo contrario a ella. Ella siepre lleva bisutería cara (o eso parece) y muy bien perfumada, muchas veces nos preguntamos que hace que las personas nos fijemos en gente tan distinta a nosotros, en gustos, apariencias... muchas veces no coincide ni con lo que nos gusta, ni siquiera con nuestro prototipo. Puede ser que el amor no es como lo pintamos ni como nos lo imaginamos, muchas veces no es perfecto, otras en cambio sí. Momentos que lo hacen único, tanto por los dulces y agríos sabores que te regala este exquisito manjar que todos deseamos probar hasta saciar. Unos prueban y necesitan más, sin parar, hasta que el cuerpo no aguante más. Otros en cambio prueban y no les gusta, pero sin embargo ahí se encuentra, junto con la persona que le ha dado la vida, con la que seguramente haya compartido momento únicos, y que no desearía borrar ninguno. Es extraño que una persona que no haya tenido mucho éxito como yo pueda hablar de un modo tan profundo sobre este tema, supongo que es porque saca lo más tierno de nosotros, lo que hasta un luchador de lucha libre guarda en su corazón, ese rinconcito que accionamos cuando estamos tiernos, necesitamos llorar, acariciar, incluso recordar... yo sin embargo, acciono este hueco de mi corazón siempre, ya que soy amante de todo tipo de arte. Por eso soy amante de África, aunque nunca la haya visto, ni tocado, ni olido, ni escuchado todos los millones de sonidos únicos que esta tierra poco querida por la sociedad ignora. Me doy cuenta de que me he quedado pensando y reflexionando con la mirada clavada en aquel señor mayor con una mujer tan "voluminosa" y extravagante, él simplemente me sonríe. ¿Esa senación que tienes muchas veces de quedarte pensando en una cosa con la mirada clavada en alguna persona y que eres consciente de que la estás mirando y ella se está dando cuenta e intentas apartar la vista pero no puedes? Pues eso justo me pasó a mí. Como lo del deja-vu nunca podré llegar a entender eso, en fín, paradojas de la vida. Llega el autobús y me monto, sigo escuchando mi música, una canción tras otra. Me siento al final del autobús en un asiento de dos, pero sólo. No entiendo porque hay gente que le molesta, angustia o averguenza el simple echo de estar solo, soltero, o como quiera llamarlo. No lo veo una cosa mala, tenemos que probar de todo en la vida. Me he llevado la mayoría del tiempo de mi vida sólo, con pocas parejas, una madre que pasa de mí, una hermana estúpida aunque en el fondo la aprecie y un padre muerto. Sólo tuve amigos, amigos de la infancia. El propio nombre lo indica: "de la infancia", no son para siempre, pero supongo que eso es lo que nos hace crecer. Todas las personas tienen algo que enseñarnos, bueno o malo, pero enseñan algo. Por suerte no me quejo de mi soledad, la veo un echo de superación. Significa que no necesito alguien para vivir, sé cuidarme de mi mismo. Yo soy el rey de mi sabana, punto. Si llegara algún día alguna persona especial que me hiciese cambiar de opinión y me enseñase un mundo que nunca antes nadie me había enseñado, cambiaré de estilo de vida. Mientras que eso no suceda, la mía está bien. No me quejo. Miro la ventanilla y veo como carteles, motos aparcadas, coche en marcha, gente andando sola o acompañada; perros, gatos, palomas. Las calles de Sevilla son especiales, nunca tienen nada igual, todo es distinto o por lo menos yo lo veo así. Llegamos a mi parada y soy el único que me bajo. No creo que a las demás personas les interese perderse no se cuanto tiempo en una tierra que nadie aprecia como lo hago yo y unos cuantos más. Llamo al porterillo y me abren. Apago el móvil y entro en clase. La gente está hablando ya que he llegado cinco minutos antes, como siempre. El profesor todavía no ha llegado.
 -¿Qué pasa Carlos?-me saluda Bob
Bob es un año mayor que yo, lleva intentando conseguir un destino desde hace dos años. Es un chico simple y todo lo contrario a nacionalista. Apoya todas las ideas que tenga que ver con ayudar a los demás. Es un tío leal. Mucha gente no se fía de él y lo critican por su estilo a la hora de vestir. Su pelo está entero lleno de rastas rubias y marrones, tiene los ojos celestes y una sonrisa con imperfecciones como la de todos. Siempre lleva una riñonera colgada de la cintura por encima de sus pantalones cagados. Nunca lo he visto con pantalones sin rasguños, ni pegados a las piernas ni al culo, sin algo extravagante. Él es único, como otras muchas personas que van. Este año van a asignar destino a cinco personas, de las cuáles dos irán juntas. A mi la verdad es que no me importa si ir sólo o acompañado, pero la verdad es que no sé si me asignarán. Hay que ser positivo.
 -Pues nada, ¿has traido el trabajo? ¿De qué te tocó?
 -Pues la verdad es que me tocó de la tribu Herero, de África Occidental, ¿y a tí?
 -A mi de la tribu bereber, del desierto.
 -¡Guay! me hubiese encantado ese tema. Espero que te lo haya currado.
Los dos reímos juntos. La verdad es que Bob era un tío en el que se podía confiar, y me gustaba pasar tiempo con él, porque aunque yo no fuese exteriormente como él ya que yo vestía completamente distinto y me peinaba de otra forma, por dentro eramos iguales. A los dos nos apasionaba el arte y África. Era solitario, como yo, pero tenía a varias chicas detrás de él ya que supongo que desprendía esas famosas feromonas que las volvían locas, esas que yo no tenía y si tenía ni se les había ocurrido salir a la calle. El profesor entró.
 -Buenos días a todos.
 -Buenos días Joshep.
Joshep, un nombre ingles. Aunque mi profesor lo fuese no lo parecía y creo que ni había visto inglaterra, simplemente su madre lo era y había decidido llamarlo como en su país. Un tío enrollado, para nada viejo, es más supongo que de los veintisiete años no pasaba. Muy joven y ya había recorrido África entera. Se pasó desde los veintiuno hasta los veinticinco en África, flipante. Lo sabía todo, y tenía un espíritu que sólo las tribus africanas saben trasmitir, ya que tantos años allí es lo que hace. 
 -Bueno espero que sepais que estamos a doce de Junio y ha finales de este mes serán las pruebas para saber que cinco personas serán las destinadas para el año que viene. En julio saldrá el nombre de esas cinco personas. Quiero deciros que todos lo estais haciendo muy bien, puesto que sois quince, lo siento mucho por las otras diez personas que pueden seguir intentándolo el año que viene. Pero no os desaniméis, cualquiera de vosotros puede ser. Fijaros yo, no me lo esperaba ni por asomo, y mirarme, cuatro años. Ya sabéis que pueden destinarte un año o más, depende de lo que la nación te necesite. Bueno recuerdo que hoy hacíamos presentaciones sobre los trabajos ¿no? Bueno hoy sólo quiero que presenten seis.
En ese momento Milena, una chica que se sentaba en la mesa de al lado levantó la mano. 
 -¿Sí Milena?
 -¿Por qué sólo exponen seis?
 -Porque solo quiero ver hoy seis trabajos, ya seguiremos viendo los demás a lo largo de la semana. Son temas muy densos e hiremos haciendo pausas para comentarlas. Hoy es miércoles y sólo tenemos tres horas, y a lo mejor la sexta no puede exponerse. ¿Alguna pregunta más? bueno Bob sal a exponernos tu trabajo sobre...
 -Sobre los Herero.
 -A sí, excelente tribu. Me encanta, llena de fuerza y vitalidad.
Bob salió y expuso su trabajo. Puso música, vestimentas, nos hizo bailar y nos pintó la cara más o menos como se las pintaban en aquella tribu, sin colores, simplemente como si fuese barro. Por suerte Myla traía toallitas y pudimos limpiarnos la cara después. 
HERERO




Me encanta esa tribu. La mañana trancurrió como normalmente lo hacía desde hace mucho tiempo. Salieron a exponer los seis como lo había dicho Joshep, él nunca falla. Cuando salimos de la academía Bob y yo nos despedimos de los demás.
 -Oye Carlos, ¿te apetece que vayamos a comer algo?
 -Bueno venga, pero esta vez a medias ¿eh?
 -Venga vale, yo pago la cerveza y tú lo demás.
 -¡Tendrás cara!
Y así, ríendo y jugando nos fuimos andando hasta el pizzahut más cercano.


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